Lanzado como una promesa de democratización de las criptomonedas a través del móvil, Pi Network se enfrenta hoy a su mayor zona de turbulencia. Mientras su token Pi se acerca peligrosamente a sus niveles más bajos históricos, más de 126,6 millones de nuevos tokens están a punto de ser liberados en abril. Una presión adicional sobre un activo ya debilitado, a pesar de una comunidad masiva y ambiciones expresadas. En un mercado que se ha vuelto implacable, la ilusión del éxito ya no es suficiente: el ecosistema Pi tambalea, y las dudas se instalan.