En un mundo donde la energía moldea las relaciones de poder geopolíticas, la crisis que golpea a Gazprom revela las fracturas de un gigante que antes era inquebrantable. Pilar de la economía rusa e instrumento estratégico del Kremlin, el grupo se enfrenta a una caída brusca de sus ingresos, agravada por la pérdida de sus mercados europeos y las sanciones internacionales. Ahora obligado a reducir su plantilla de manera histórica, Gazprom se encuentra en una etapa decisiva, donde sus elecciones estratégicas determinarán su futuro, pero también el de la economía rusa.