Cuando la justicia ve rojo, Ethereum saca la chequera: 500.000 dólares para salvar a un programador acusado de lavar más blanco que blanco… incluso sin máquina.
Cuando la justicia ve rojo, Ethereum saca la chequera: 500.000 dólares para salvar a un programador acusado de lavar más blanco que blanco… incluso sin máquina.
Un jurado en Manhattan declaró culpable al cofundador de Tornado Cash, Roman Storm, de operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia, mientras no pudo ponerse de acuerdo en cargos más graves de lavado de dinero y violaciones de sanciones vinculadas al grupo de hackers norcoreano Lazarus.
Durante un tiempo, Tornado Cash fue el patito feo de la blockchain. Acusado de haber oscurecido las pistas de varios miles de millones de dólares dudosos, el famoso mezclador de cripto había terminado en la lista negra del Tesoro estadounidense. Pero sorpresa este 21 de marzo: el hacha cayó... al revés. El gobierno de los Estados Unidos simplemente levantó las sanciones contra este protocolo. ¿Un golpe de teatro? Quizás. ¿Señal de cambio? Absolutamente.
El Lazarus Group, colectivo de hackers afiliado a Corea del Norte, continúa sus actividades ilegales aprovechándose de las criptomonedas. Recientemente, se identificó una transacción de 400 ETH, aproximadamente 750,000 dólares, en Tornado Cash, una plataforma conocida por anonimizar las transacciones de blockchain. Al mismo tiempo, el grupo lanzó una nueva campaña de malware dirigida a desarrolladores, confirmando su evolución hacia ataques cada vez más sofisticados.
Una vez no es costumbre, el gobierno francés muestra una vez más su desconfianza abrumadora hacia el bitcoin.
El universo cripto sigue siendo un campo de batalla jurídico donde la tecnología y la ley se enfrentan sin piedad. Alexey Pertsev, figura emblemática del protocolo de mezclado Tornado Cash, ha alcanzado un hito clave: liberado bajo vigilancia electrónica tras dieciocho meses de detención, está preparando su apelación. Una victoria agridulce. Porque si las cárceles neerlandesas se entreabren, el desarrollador ruso sigue encadenado a un brazalete electrónico, símbolo de una libertad bajo control. Su caso, más que un simple hecho judicial, encarna las tensiones candentes entre la innovación descentralizada y la responsabilidad legal.
Un tribunal federal de Texas acaba de anular las sanciones impuestas contra el protocolo de mezcla de criptomonedas, Tornado Cash. Esta decisión marca un punto de inflexión en la regulación de las tecnologías de privacidad y podría redefinir el enfoque de las autoridades hacia los protocolos descentralizados.